Una “Luz y Esperanza” para el Pacífico de Honduras

Transcurridos 23 años de la Caja Rural “Luz y Esperanza” de Ojochal, Marcovia en Choluteca, creada por la Fundación para el Desarrollo Empresarial Rural (FUNDER); es un grupo de 18 mujeres y jóvenes hondureñas organizadas que están dispuestas a cuidar el medio ambiente y sus costas convirtiéndose con el paso del tiempo en una Caja Rural autosostenible.

“Luz y Esperanza” muestra diversos proyectos que han surgido a lo largo de su ejecución como ser la tienda de consumo, la repostería y panadería elaborando productos frescos y artesanales, la biblioteca, venta de golosinas, cafetería y huertos además de cuidar el ambiente con el aseo comunitario y siembra de mangle.

A pesar de ello como en todo emprendimiento se presentan dificultades para desarrollar las acciones de manera amigable con el ambiente; “ahorita lo que estamos luchando es con la panadería por el empaque del producto que sea biodegradable, el registro sanitario y también problemas con la energía, necesitamos un generador de electricidad porque cuando se va, perdemos mucho producto, trabajamos con levadura entonces nos daña”, asegura Karen Anariba, socia de la CRAC “Luz y Esperanza”.

Esta panadería trasciende fronteras enviando sus productos (pastelitos de piña, cemita, bollo, pasteles de calidad totalmente artesanales y con precios accesibles al consumidor) a Estados Unidos y comunidades aledañas como ser: Guapinol, Venado, Chalito, Monjarás, Santa Cruz, Marcovia, Cedeño, entre otros.

¿Cómo surgió esta panadería? “pensando en que no teníamos de dónde obtener o generar un empleo, en la panadería produzco y me gano ese día de trabajo y rapidito, todo ha venido en ese entorno de la necesidad sentida de cada mujer, de cada familia. Los hijos se involucran en los huertos, en los trabajos comunitarios, en los trabajos de la organización, hay muchos hijos que ya se han graduado con créditos que la caja ha aportado; ahí nos surge la idea de la panadería y luego el proyecto de la cafetería en el 2019”, agrega María Gutiérrez, administradora de la Caja Rural.

Esta organización como todos los años su visión es mantener el compromiso con el ambiente sembrando 5.000 candelillas y/o árboles maderables, frutales y manglar; hasta el momento han reforestado alrededor de 40 hectáreas de manglar; por otra parte, en los huertos producen productos orgánicos y naturales sin ningún tipo químicos, dentro de los productos cosechados está el ayote, mínimo, el plátano, frijoles verdes, yuca, limones, naranja agria y otros.

El grupo inició con Funder con un crédito de 10,000 lempiras y hoy en día cuenta con 18 socias entre ellas jóvenes y más de 83 afiliados, ha facilitado el apoyo en sus estudios por medio de solicitudes de créditos; también generando cuatro empleos permanentes como ser la encargada de la tienda de consumo, dos administradoras y una aseadora.

Esta organización forma parte del programa Conservando Ecosistemas Costeros (CEC), financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y ejecutado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UCIN) en alianza con FUNDER; este emprendimiento de la panadería surge de la Caja Rural, una organización donde todas son mujeres, generando empleo en la zona, además de poner en práctica acciones para la conservación de las costas y a futuro utilizando empaques biodegradables que también va a poder contribuir e ir sensibilizando a las personas que compran el producto a cuidar el ambiente”, añade Kenia Cruz, asesora empresarial de Funder.

El programa CCE está dirigido a municipios cercanos a los sistemas de humedales costeros prioritarios de importancia biológica de la costa del Caribe y Pacífico de Honduras.

CEC continuará brindando capacitaciones a estas organizaciones en temas de resiliencia, medio ambiente y otros; además de apoyar con los empaques biodegradables y la planta solar en pro del mejoramiento de las zonas costeras del país; por otra parte, Funder continuará de la mano con estos grupos organizados.

Finalmente, Aurora Carranza, coordinadora de la Unidad de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Marcovia, enfatiza que “como municipalidad se ha tomado a bien firmar un convenio con FUNDER y UICN para poder desarrollar estas actividades, trabajar con el tema de medio ambiente es importante porque con los efectos del cambio climático se están viendo muy afectadas las comunidades, los cultivos; con este programa viene a favorecer las fuentes de empleo; agradecer a la actividad que Funder desarrolla, nosotros como municipalidad estamos con toda la disponibilidad en apoyar a todos estos grupos”.