En el ámbito rural, la demanda y participación en servicios financieros han sido poco investigadas. La oferta de servicios financieros involucra a diversos actores, tanto en la banca como en instituciones microfinancieras. La banca muestra una participación limitada en financiamiento rural, enfocándose mayormente en clientes corporativos urbanos, mientras que las microfinancieras atienden a las MiPymes urbanas.

Destacando en el sector rural está el Centro de Cajas Rurales y Emprendedurismo de FUNDER, que utiliza sistemas alternativos de financiamiento. Las cajas rurales, esenciales para los más desfavorecidos sin acceso a financiamiento formal, se presentan en áreas rurales con dispersión y dificultades de acceso. Estas cajas, impulsadas por comunidades, mejoran la calidad de vida mediante ingresos, ahorros, préstamos y solidaridad.

 

Las cajas rurales surgieron como opción para familias rurales, proporcionando fondos para actividades productivas y necesidades diarias. Administradas por socios, recolectan fondos de la comunidad y fuentes externas. La experiencia de gestionar estas cajas fomenta la organización, disciplina, solidaridad y eventualmente el emprendimiento.

El capital inicial proviene de aportes de socios mediante acciones y ahorros, manteniéndose esta política de aportes. La membresía implica aportar capital en acciones para ser socio, participar en decisiones y obtener utilidades. La caja presta a socios y no socios, evaluando calificaciones y garantías.

 

FUNDER considera que las cajas rurales son motores de desarrollo local, utilizando capacitación y asesoría para fortalecerlas. La formación de administradores se basa en módulos estandarizados. Se canalizan fondos de préstamos desde FUNDER y otras instituciones financieras. Las cajas rurales desarrolladas por FUNDER se especializan en finanzas, emprendimiento y sostenibilidad ambiental.

 

Estrategia para el fomento de emprendimientos.

 

La estrategia para fomentar emprendimientos se basa en iniciativas de cajas rurales y oportunidades locales, abarcando áreas como pequeña industria, artesanías, comercialización y servicios. El proceso de apoyo incluye:

 

Investigación del entorno: Analizar el entorno empresarial para identificar oportunidades, amenazas y relaciones entre actores.

 

Identificación de ideas: Generar ideas de negocios a partir de necesidades no cubiertas, intereses personales, tendencias del mercado y carencias identificadas.

 

Diseño y prueba: Ejecutar un prototipo de emprendimiento para definir aspectos técnicos, comerciales, organizativos y financieros.

 

Plan de negocios: Detallar estrategias de mercado, ventas, operaciones, organización y proyecciones financieras.

 

Puesta en marcha: Brindar asesoramiento en las etapas preoperativas e inicio de actividades, fortaleciendo la gestión y mejorando constantemente el funcionamiento del negocio.