Digitalizarán cajas rurales

• En Honduras unas 66 cajas rurales impulsadas por Funder recibirán capacitaciones en comercio electrónico y soluciones digitales.

Tegucigalpa. El proyecto: Comercio electrónico y soluciones digitales para superar el incremento de obstáculos de acceso al mercado y financiamiento relacionados a la pandemia del Covid-19 en LAC entre poblaciones pobres rurales en Bolivia, Guatemala, Haití, Honduras y Perú, fue lanzado por Agriterra en alianza con Agros Internacional, la Fundación para el Desarrollo Empresarial Rural (Funder) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), con financiamiento del Mecanismo de Estímulo para la Población Rural Pobre del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

AGRIdigitalización busca aprovechar las herramientas, experiencia, conocimiento y modelos de servicios financieros digitales, comercio electrónico y tecnología existentes en beneficio de las poblaciones rurales en situación de pobreza de Bolivia, Haití, Honduras, Guatemala y Perú, permitiendo que 10 500 agricultores puedan superar los obstáculos de acceso al mercado y a financiamiento relacionados a la pandemia de la Covid-19. Esta iniciativa considera la evaluación de las organizaciones de productores y cajas rurales, la identificación de las plataformas, servicios y aplicaciones digitales existentes, la asistencia técnica y capacitaciones en comercio electrónico y soluciones digitales, la digitalización de las transacciones comerciales y financieras, y la implementación de un sistema de comunicación interna.
Las organizaciones participantes en el proyecto lograrán una mayor eficiencia gracias a una mejor administración del tiempo, disminución de costos operativos y de transporte, acceso a nuevas oportunidades comerciales, inclusión financiera y mejor comunicación.
En concreto, tendrán la capacidad de suministrar productos agrícolas y acceder a insumos de producción en entornos de comercio electrónico, así como de vincularse con empresas en cadenas de valor digitales formales. Igualmente, tendrán acceso a servicios financieros a través de sistemas virtuales y contarán con sistemas de comunicación internos. En el caso de los proveedores de servicios financieros rurales contarán con herramientas y sistemas digitales fáciles de usar para financiar a productores rurales y permitirles la continuidad del negocio.

Por otro lado, el proyecto considera capacitaciones a las organizaciones de productores para lograr la gestión adecuada de su riesgo de Covid-19 y proporcionar alimentos seguros a lo largo de toda la cadena de valor.
También en el lanzamiento se presentó la Experiencias en comercio electrónico y soluciones digitales de la Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches – COVAP, por parte de Emilio de León, Director de Desarrollo de Negocio y Compras de COVAP, así como se presentaron las Estrategias para la digitalización y reducción de la brecha digital rural, por parte de Santiago Vélez, Representante del IICA en Bolivia y Sandra Ziegler, Consultora del IICA y Francisco Mello, Gerente del Centro de Servicios de Gestión del Conocimiento y Cooperación Horizontal del IICA

Participaron en el evento: Rossana Polastri, Directora para América Latina y el Caribe del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola – FIDA, Kees Blokland, Director de Agriterra, Alberto Solano, Director de Agros Internacional, Miguel Bonilla, Director de la Fundación para el Desarrollo Empresarial Rural – Funder, Manuel Otero, Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura – IICA y socios de las cajas rurales, técnicos y organizaciones invitadas de los países que son parte de este proyecto.

AHER y FUNDER firman convenio

Fomentarán emprendimientos de generación de energía renovable para mejorar las condiciones de vida, en las comunidades locales.

Tegucigalpa. Para construir un modelo de desarrollo económico local, por medio de la organización y fortalecimiento de grupos u organizaciones empresariales que fomente el emprendimiento de las familias, ubicadas en las comunidades en zonas de influencia de proyectos de generación de energía renovable, la presidenta de la Asociación Hondureña de Energía Renovable (AHER), Elsia Ester Paz y Miguel Ángel Bonilla, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo Empresarial Rural (FUNDER), suscribieron un acuerdo de cooperación.

La alianza establece el desarrollo de un diagnósticos económico, productivo y social de las comunidades o zonas de influencia que se establezca por parte de la AHER, la presentación de propuestas enfocadas a la construcción y fortalecimiento de un Modelo de Desarrollo Económico Local Sostenible, bajo un enfoque de Responsabilidad Social Empresarial.

También sistematizar las acciones, actividades y buenas prácticas implementadas en cada proyecto, con el fin de fortalecer y validar un Modelo de Desarrollo Económico Local. Entre las responsabilidades de la AHER, se encuentran están: promover el programa de desarrollo económico local con sus afiliados y demás plantas generadoras del subsector eléctrico.

Además, identificar los proyectos de generación de energía renovable que deseen impulsar programas y proyectos de desarrollo económico, gestionar la inclusión de los proyectos de generación de energía renovable en el programa de FUNDER, mediante convenios específicos. Por su parte FUNDER formulación de propuesta de desarrollo económico local a las empresas identificadas por la AHER, así como la ejecución de un plan de asistencia técnica y capacitación de cada proyecto aprobado. El acuerdo suscrito entre la AHER y FUNDER, tendrá una duración de dos años de vigencia.

Acerca de AHER

Es una organización no gubernamental y sin fines de lucro, que vela por la ejecución adecuada de los proyectos de generación de energía limpia, por el fiel cumplimiento de los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y por el ende, por el bienestar general en cada uno de los caseríos, comunidades, aldeas y municipios, en donde se ejecutan proyectos de generación de energía limpia.

Acerca de FUNDER

La Fundación para el Desarrollo Empresarial Rural (FUNDER), es una institución hondureña privada, con personalidad jurídica y patrimonio propio, apolítica, sin fines de lucro, cuya función principal es promover a través de sus procesos de desarrollo rural empresarial, el acceso equitativo de las comunidades rurales pobres a: inversiones, capacitación y asistencia técnica, contribuyendo con ello de manera significativa al mejoramiento de la seguridad alimentaria, el aumento de los empleos e ingresos y la reducción de la vulnerabilidad del medio ambiente rural.

Cajas Rurales contribuyen al desarrollo rural

TechnoServe con fondos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), ejecutan el proyecto Mejoramiento Agrícola Sostenible (MAS 2.0), y en alianza con La Fundación para el Desarrollo Empresarial Rural (Funder) asisten a Cajas Rurales de Ahorro y Crédito (CRAC) en los departamentos de El Paraíso, Francisco Morazán, Olancho, Comayagua, La Paz, Santa Bárbara, Intibucá, Cortés y Yoro.

A la fecha, FUNDER ha brindado capacitación y apoyado mediante servicios especializados; organizando y fortaleciendo a 319 Cajas Rurales integradas por 8,686 socios y socias. Estas organizaciones brindan servicios esenciales a los pequeños productores consistente en; (A) comercialización de la cosecha de los productores socios, (B) facilitar el acceso a financiamiento adecuado para los cultivos de café y fríjol y otras necesidades productivas de las familias socias y (C) contribuir a canalizar servicios de asistencia técnica.

En 319 CRACs asistidas por el Proyecto MAS, se ha implementado el modelo desarrollado por Funder, el cual ha sido modificado con una fuerte orientación hacia acceso a mercados formales para café y frijol de alta calidad que producen los pequeños agricultores asistidos por MAS. Bajo este modelo, las Cajas Rurales se definen como empresas autogestionarias orientadas a proporcionar los tres servicios esenciales que requieren los pequeños productores de café y frijol incluyendo; acceso a mercados formales, financiamiento adecuado para sus cultivos y asistencia técnica para mejorar la productividad y calidad de sus cultivos. Usualmente las CRACs están, conformadas por más de 12 miembros (hombres y mujeres) de una misma comunidad. Coordinan acciones productivas para tener una base de capital y ahorros para atender sus actividades empresariales y necesidades cotidianas.

Socios

Son gestionadas por sus socios entre quienes se distribuyen las utilidades generadas, movilizan fondos entre los miembros de la comunidad y brindan servicios de comercialización, financieros (ahorro y préstamos), y asistencia técnica a los cultivos. Estas familias son capacitadas para brindar los servicios anteriormente descritos; para administrar su propio capital (conformado mediante acciones adquiridas por sus socios), fijar tasas de interés, decidir a quién se le presta y con qué garantía, llevar registros adecuados para rendir cuentas, entre otras funciones. Las Cajas Rurales cuentan con un consejo de administración, junta de vigilancia y comité de préstamos y recuperación, como estructura organizativa mínima.

Sus miembros adquieren el compromiso de cumplir con la naturaleza de la formación de las Cajas Rurales:
• Hacer aportes en efectivo mediante acciones y ahorros.
• Pagar puntualmente los préstamos recibidos.
• Manejar los libros contables para el buen funcionamiento de las mismas y rendir cuentas adecuadamente.

Las Cajas Rurales permiten una incorporación más fluida a la actividad financiera. Los productores, especialmente las mujeres, adquieren la capacidad de incrementar su liquidez y administrar recursos que impacta en su producción y en su vida cotidiana.

De manera que desde el punto vista metodológico, el proceso de fortalecimiento de la Caja Rural se convierte en un proceso de incubación y generación de una masa crítica de emprendedores rurales y de identificación de oportunidades de negocios agrícolas y no agrícolas; y lograr dar ese gran paso hacia la microempresa para atender la demanda local y, en casos más avanzados, formar parte de encadenamientos productivos dirigidos a mercados nacionales e internacionales.

Las Cajas Rurales atendidas por TechnoServe y Funder tienen los siguientes patrones de crecimiento empresarial:

1. Intermediación financiera:
Es la principal actividad de la Caja Rural y la que justifica la existencia de la misma. Capta recursos en la propia comunidad en forma de acciones, ahorros y con esa base de capital propio otorga préstamos a socios y clientes particulares.
Servicios de intermediación financiera básicos:
• Ahorro y préstamos para socios
• Ahorro y préstamos para clientes particulares
• Ahorro para niños
• Plataforma para adquirir micro-seguros
• Préstamos para emprendimientos asociativos

2. Emprendimiento complementario (incubación de microempresas):
El patrón de emprendimiento complementario es observado en Cajas Rurales ubicadas en zonas con mejores recursos naturales y mayor acceso a servicios básicos y educación. Generalmente, este tipo de Caja Rural logra una rápida acumulación del capital disponible, pero requieren manejar un sistema contable de costos e ingresos que separe debidamente las operaciones de intermediación financiera de las demás.

“Al principio no fue fácil organizarnos, sin embargo, yo no me di por vencida y seguí invitando a la comunidad a las reuniones hasta que logramos formar la CRAC La Esperanza. Ya contamos con nuestra personería jurídica. Con las capacitaciones de Funder y TechnoServe hemos logrado organizarnos bien y vender nuestro frijol al IHMA; también estamos otorgando préstamos a los miembros” comentó María Rosales, presidenta de la CRAC La Esperanza (El Paraíso).

Apoyan cajas rurales afectadas por huracanes

Gracias al convenio suscrito entre el Club Rotario de Tegucigalpa y Funder.

Omoa, Cortés. El Club Rotario de Tegucigalpa, en el marco del Convenio de Cooperación suscrito con la Fundación para el Desarrollo Empresarial Rural (Funder), entregaron víveres que incluye los productos principales de la canasta básica familiar y un kit de cuidado personal de limpieza, a socios de las cajas rurales ubicados en las comunidades: San José de Las Brisas, Nueva Florida, Caja Rural de La Flor del Café, todas del Municipio de Omoa y a las Cajas Rurales del municipio de Choloma.

Los socios de las cajas rurales antes mencionadas y sus familias fueron afectados sus cultivos y vivienda, por el paso de los huracanes de ETA e IOTA, que afectaron al país en el mes de noviembre 2020.

Cesar Maradiaga, vicepresidente del Club Rotario de Tegucigalpa, dijo que según reportes un 30% de las plantaciones de cacao, de la cosecha de la temporada del año 2021, sufrieron daños significativos con ambos fenómenos naturales.

Agregó que el apoyo brindado por el Club Rotario Tegucigalpa y Funder, se logró beneficiar a una población de más de 180 familias afectadas que conforman las Cajas Rurales que son beneficiarios de los servicios de asesoría y asistencia técnica que da la Fundación.

Señaló que la ayuda proviene del apoyo de compatriotas hondureños residentes en los USA y Francia, como también de empresas como Colgate – Palmolive de Honduras y de otras organizaciones nacionales e internacionales. A este apoyo se han sumado los jóvenes integrantes del Club Rotarac de Tegucigalpa, Club aliado del Club Rotario de Tegucigalpa.

Banano: un cultivo bajo amenaza

La “pandemia” del banano devasta el cultivo en varios países. La cepa raza 4 tropical (R4T) del hongo Fusarium causa la plaga. Recomiendan un esfuerzo coordinado público-privado para generar conocimiento y construir capacidades para contener la enfermedad.

El banano es cultivado en 135 países y Honduras es uno de ellos, por lo que sostiene los ingresos de muchísimos pequeños productores.

El banano, un cultivo clave para la seguridad alimentaria global y la subsistencia de millones de pequeños productores agrícolas, enfrenta su amenaza más grave en décadas: la cepa raza 4 tropical (R4T) del hongo Fusarium provoca una verdadera pandemia en las plantaciones y las está devastando en numerosos países.

La R4T, que causa una enfermedad que se propaga con gran facilidad, ya está presente en América Latina y el Caribe. No se le conoce cura, lo que hace imprescindible un esfuerzo coordinado de distintos actores de los sectores público y privado para generar conocimiento científico, construir capacidades entre los productores y contener la enfermedad, de manera de asegurar la continuidad de la producción de un cultivo que es alimento y fuente de ingresos para una parte significativa de la población, especialmente en países en vías de desarrollo.

Así lo afirmaron los científicos Gert Kema y Chelly Hresko, dos de los especialistas que más han investigado el tema en el mundo, en un conversatorio organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

Desarrollo de conocimiento

Hresko, responsable de Innovación en Investigación y Desarrollo para Enfermedades y Eficiencia Agrícola en la Organización de Biotecnología de Bayer, agregó: “La principal dificultad que enfrentamos es que no podemos contar con la magia de la química para deshacernos de esta enfermedad. Todo lo que podemos hacer, mientras desarrollamos conocimiento científico, es entrenar a los productores acerca de cuáles son las mejores formas de contención. Es un desafío muy complejo”.

Kema explicó que la cepa R4T del hongo Fusarium ataca la variedad de banana Cavendish, que hoy abarca aproximadamente el 50 por ciento de la producción global de banano, el 95 por ciento de los mercados de exportación y es la única que se comercializa masivamente en América Latina y el Caribe y en Occidente en general.
Esta variedad es dominante en los mercados globales desde hace unos 70 años, por su resistencia natural al llamado Fusarium raza 1, que había diezmado la producción de banana Gros Michel, la más extendida hasta entonces.

“La Cavendish fue una solución tan maravillosa durante los últimos 70 años, que prácticamente no ha habido investigación para entender qué es exactamente la enfermedad R4T y cómo se pueden proteger de ella a las plantaciones”, relató Kema, quien dirige el laboratorio de fitopatología –la ciencia que estudia las enfermedades de las plantas- de la Universidad de Wageningen, en los Países Bajos.
Amenaza
“Por eso, no es sorpresivo que, una vez que esta enfermedad salió a la luz, en poco tiempo se haya convertido en una amenaza para la producción entera. Ahora enfrentamos una situación que, de alguna manera, es una repetición de la historia sucedida con la variedad Gros Michel”, agregó.

El experto explicó que la enfermedad, hoy convertida en una amenaza global, fue detectada por primera vez en Jordania, pero se originó en el Sudeste Asiático, igual que el propio banano: “El R4T es una especie particular de Fusarium que comenzó en Indonesia, se diseminó por el resto del Sudeste Asiático y ahora se está moviendo hacia el oeste: India, Pakistán, el Medio Oriente, África y, más tarde, Colombia”.

La presencia de la enfermedad en Colombia –único país de América Latina y el Caribe hasta el momento- fue confirmada oficialmente en 2019 por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), que la detectó en plantaciones del norte del país. No existe una respuesta certera en cuanto a cómo y por qué llegó hasta allí.
“Pudo haber sido también cualquier otro país de América Latina o el Caribe productor de bananos. Ha sido completamente azaroso”, dijo Kema.

El científico, que tiene 38 años de experiencia en el estudio de la patología de las plantas, explicó: “Sabemos que la enfermedad se transmite a través del suelo, pero no hay razones para concluir que con el transporte de los bananos se expande la contaminación. Entendemos que la principal razón de la diseminación es la gente que viaja y, en ese sentido, en el sector del banano hay muchos riesgos, porque los trabajadores suelen ir de un país a otro”, explicó Kema.

Es necesario, por ello, como medida precautoria, asegurar la higiene de quienes están cerca de los cultivos de bananos. “Si tú usas tus botas en una plantación de Filipinas –dijo Kema- y luego te las calzas nuevamente en Costa Rica, eso es muy peligroso. Si el suelo está contaminado, contamina tus zapatos, tu ropa, tus herramientas”.
El experto sugirió a los productores que reduzcan la presencia de visitas en sus plantaciones y recomendó que, si no tienen más alternativa que recibir visitantes, estos “lleguen limpios y se vayan limpios”, para que no se corra el riesgo de que traigan o lleven la enfermedad.

Chelly Hresko agregó que la primera enfermedad causada por el hongo Fusarium, en la primera mitad del siglo XX, que mató la variedad de bananos Gros Michel, se expandió a un ritmo mucho más lento, porque entonces la gente viajaba menos por el mundo. En ese sentido, la pandemia de Covid-19, con las severas restricciones a los viajes que trajo aparejadas, es un factor que puede retrasar la diseminación del R4T.

Inclusión financiera en el agro

Unos 750 millones de lempiras están siendo invertidos en la reactivación de más de 10 mil productores en cultivos como: arroz, café, cacao, hortalizas, camarón, sal, entre otros.

Cientos de productores agrícolas, afectados por la pandemia, los huracanes ETA e IOTA y que carecen de una garantía bancaria que les impide obtener recursos económicos para reactivar sus unidades productivas, hoy tienen una oportunidad de acceder a recursos financieros, a tasas y plazos preferenciales, gracias al Plan de Rescate Agrícola, impulsado por el Servicio Nacional de Emprendimiento y Pequeños Negocios Senprende y la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG).

Esta iniciativa surgió en el año 2020 como parte de los esfuerzos de reactivación de las unidades productivas afectadas por la sequía del 2019 y a su vez dar respuesta a los efectos causados por el COVID 19, con una inversion inicial de 150 millones de lempiras, dijo Rodolfo Alvarez, viceministro de Senprende.

Luego los daños devastadores causados por los dos huracanes de ETA y IOTA, a finales del año 2020, al sector agropecuario, el presidente de la República, Juan Orlando Hernández, autorizó para el 2021 otorgar financiamientos por el orden de 600 millones de lempiras, sumando en total 750 millones de lempiras, apuntó Álvarez.

Seguridad Alimentaria

Álvarez, recordó que en una reunión donde estuvo presente el ministro de la SAG, el Presidente de la República “nos enfatizó que era prioridad el tema de seguridad alimentaria y para ello se necesitaba generar mecanismos financieros que ayudarán a los pequeños productores a producir alimentos para los hondureños, fortaleciendo con ello la producción nacional.

“Hay unas palabras del Presidente que me impactaron cuando estábamos en esas reuniones, decía: no hay pueblo que aguante cuarentena, si este pueblo esta con hambre, tenemos que garantizar la Seguridad Alimentaria”, resaltó.
Explicó, que “durante el 2020 se esperaba atender 372 productores y se atendieron a más de 700 y gracias a las gestiones del Presidente y al éxito de esta operación, en el 2021 se espera atender a más de 10 mil agricultores del ecosistema productivo del país”.

Cadenas productivas

Con el Plan de Rescate Agrícola, logramos en el 2020 apoyar las cadenas de maíz y frijol afectados por la sequía en el 2019, luego de esta experiencia exitosa “decidimos junto al Secretario de Agricultura, Mauricio Guevara, replicarla y ampliarla a las cadenas de camarón y sal, así como ahora lo haremos con los rubros: arroz, cacao, café, aguacate, artesanías y un proyecto piloto bovino para elevar la genética en el ganado”, detalló el funcionario.
Los productores han dado una lección de honorabilidad en el cumplimiento de sus obligaciones asumido con el Plan de Rescate Agrícola, lo que permite continuar apoyando a otras cadenas, productivas, luego que los fondos retornan a las instituciones financieras intermediarias y estos son redirigidos a otros agricultores.

Servicios financieros

En esta ruta de inclusión financiera, se trabajó con el Programa Crédito Solidario que es uno de los ejecutores del Plan de Rescate, así como se seleccionó a un aliado estratégico que cuenta con 24 años apoyando a la pequeña agricultura empresarial en 17 departamentos de Honduras, que es el caso de la Fundación para el Desarrollo Empresarial Rural (Funder), a través de su Centro de Servicios Financieros (CSF), comentó el viceministro de Senprende.

En el 2020 Funder administró 90 millones de lempiras y en el 2021 de los 600 millones de lempiras se tiene la meta que la fundación coloque unos 150 millones de lempiras, para apoyar a las cadenas productivas en este primer semestre del 2021.
“Funder es uno de los actores muy importantes, con alta experiencia en rubros como: café, cacao, hortalizas, turismo y otros, pero sobre todo cuenta con mecanismos efectivos de selección de los productores y de recuperación de los créditos”, argumentó Álvarez.

Actores

Javier Rodríguez, representante de los salineros del Golfo de Fonseca, afirmó que el crédito otorgado para mejorar las producciones “nos ayudará a generar más empleo, garantizar la sal en la mesa de los hondureños y además reactivar la economía en Choluteca”.
Mauricio Guevara, secretario de Agricultura y Ganadería, dijo que “trabajamos para apoyar la reactivación de los productores agrícolas, en este caso a los de camarón y sal, pero lo hacemos con en: granos básicos, plátano, palma y otros, bajo mecanismos de financiamiento novedosos y a tasas de interés bastante accesibles para generar mas inversión en el campo y empleo rural”.

Cesar Maradiaga, técnico de Funder, dijo que la Fundación, a través del CSF juega un rol de administrador de los recursos económicos para que los mismos se den manera expedita y segura a los productores de las cadenas de valor atendidas.